Abrir un libro es más que un simple acto de lectura y comprensión: es abrir todo un mundo de posibilidades. La buena literatura tiene el poder de encender la chispa de la imaginación, la fantasía y la creatividad. Entre las páginas de un buen libro existen parajes insospechados, veredas y atrechos, que nos invitan a perdernos y encontrarnos al mismo tiempo. Ven, te invito a viajar, de la mano de los más grandes autores, entre libros y sueños...
domingo, 25 de septiembre de 2011
Gustavo Adolfo Bécquer
Nació en Sevilla, España. Su verdadero nombre era Gustavo Adolfo Domínguez Bastida (Bécquer era el segundo nombre de su padre). A los cinco años quedó huérfano de padre y a los nueve, de madre.Él y su hermano Valeriano fueron recogidos por un tío. Después, pasa a vivir con su madrina, mujer acomodada que disponía de una buena biblioteca que Gustavo podía saborear a su antojo. Estudió dibujo y pintura y, en 1854, marchó a Madrid. Trabajó duro, sin embargo, no logró resultados positivos. Se enamoró de una mujer bellísima, pero de elevado nivel social para él. Nunca le declaró su amor, pero la convirtió en su ideal femenino y en musa de sus mejores Rimas. Contrajo matrimonio con la hija del médico que le atendía su condición de tuberculosis, pero no es un matrimonio feliz. Pasó una temporada de descanso en el monasterio de Veruela, en Zaragoza, donde escribió las célebres cartas Desde mi celda. Murió a los treinta y cuatro años. Escribió Rimas, Leyendas (con un ambiente narrativo de misteriosa calidad neblinosa), y Desde mi celda (cartas de diversos temas).
En el Monasterio de Veruela estuvieron Gustavo Adolfo Bécquer y su hermano Valeriano, pintor.El poeta escribió aquí sus famosas cartas "Desde mi celda", y el paisaje moncaíno le sirvió de inspiración en una de sus leyendas más famosas: "El monte de las ánimas".
Publicado por la autora del video desyre23 para Youtube
Publicado por la autora del video desyre23 para Youtube
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